Resumen: La fluctuación de los precios al consumidor provoca que las familias ecuatorianas enfrenten dificultades para cubrir sus necesidades básicas con ingresos que no siempre aumentan al mismo ritmo que los precios. Este desajuste genera preocupaciones sobre la pérdida del poder adquisitivo y la capacidad para mantener un nivel de vida adecuado en el contexto postpandemia, lo que plantea la necesidad de un análisis profundo de la relación entre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y la Canasta Básica Familiar (CBF) para desarrollar estrategias económicas más efectivas. La metodología utilizada proviene del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos tanto para el IPC como para la CBF. Los resultados, que describen la evolución del IPC entre 2018 y 2023, revelan una tendencia inflacionaria sostenida, con un aumento del 6,12 % en el IPC. Aumentaron, además, el costo de la CBF y el ingreso familiar. Se concluye que la relación entre el IPC y el costo de la CBF, evidenciada por un modelo de regresión con alta significancia, confirma que el IPC es un predictor robusto del costo de vida, aunque la presión inflacionaria sigue afectando el equilibrio entre ingresos y costos básicos.
Autor:
- Ariel Enrique Pilco Córdova, EAE Business School. https://orcid.org/0009-0007-6900-8931